BENEFICIOS DE LOS FRUTOS SECOS
Los frutos secos son alimentos de origen vegetal en los cuales las semillas de la planta son la parte comestible. Suelen tener un caparazón duro y un porcentaje de agua que está siempre por debajo del 50%. De ahí que reciban el nombre de “secos”.
Existe gran variedad de frutos secos con acabados diferentes (crudos, tostados, fritos, con sal, garrapiñados…) que aportan sabores y texturas para todos los gustos.
Los principales y más habituales en nuestro consumo son:
– Las avellanas (gran fuente de calcio de origen vegetal)
– Los cacahuetes (alto contenido en proteínas, grasas insaturadas, fibra y vitaminas del grupo B)
– Las nueces (existen varios tipos: nueces de Brasil, nueces de macadamia, nueces de pecán, todas ellas destacan por su alto contenido en fibra)
– Semillas de girasol (comúnmente conocidas como pipas)
– Semillas de calabaza (comúnmente conocidas como pipas de calabaza, destacan por su aporte de grasas saludables)
– Los anacardos (magnífica fuente de energía, grasas saludables, proteínas y vitaminas del grupo B)
– Las castañas (históricamente, las castañas se usaban como fuente principal de carbohidratos en la Europa medieval cuando los cereales escaseaban)
– Los pistachos (aportan más calcio que la propia leche)
– Los piñones (una de las mejores fuentes de proteína de origen vegetal)
– Las almendras ( increíble fuente de grasas saludables y de energía)
Dicho esto, podríamos resumir que las propiedades generalizadas y más relevantes para este grupo de alimentos llamados “frutos secos” son:
– Fuente de minerales, aportando magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro y oligoelementos como el zinc y el selenio, con propiedades antioxidantes.
– Gran aporte vitamínico, pues contienen vitaminas como B1, B3 o folatos, además de ser una de las mayores fuentes vegetales de vitamina E, también con carácter antioxidante.
– Alto contenido en grasas saludables, siendo alimentos cardiosaludables debido a su contenido de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como el ácido oleico, el linoleico (omega 6) y el linolénico (omega 3), los cuales son esenciales para nuestro organismo.
– Aporte de proteína vegetal, siendo un alimento ideal para tomar después de realizar ejercicio físico. Destaca sobre todo el aporte de arginina, que forma el óxido nítrico, el cual ayuda a mejorar las paredes de las arterias facilitando su dilatación y disminuyendo el riesgo de hipertensión arterial.
– Ricos en fibra, lo cual ayuda a controlar el apetito y a regular el tránsito intestinal, además de reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno) protegiéndonos del desarrollo de arterioesclerosis.
Los frutos secos deben formar parte de nuestra alimentación y se recomienda un consumo diario de 20 gramos, lo que equivale a un puñadito pequeño.
El modo más recomendado de su consumo es en crudo y sin aditivos o sal.